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2 de enero de 2025
Viajar en avión privado ofrece una comodidad y un confort inigualables. Pero no todo el mundo quiere o necesita la responsabilidad total de poseer una aeronave entera. Aquí es donde entra en juego la propiedad fraccionada de un jet.
Es una opción muy popular que le permite compartir los costes y beneficios de poseer un jet privado con otros propietarios fraccionales. Pero, ¿merece la pena ser propietario de un avión fraccionado? Profundicemos en los detalles para averiguarlo.
La propiedad fraccionaria de un jet privado significa que usted compra una parte de un jet privado, en lugar de ser propietario de toda la aeronave. Este modelo de propiedad divide el coste del avión entre varios propietarios, en función del tamaño de la participación adquirida. Por ejemplo, la propiedad de 1/16 de un avión suele proporcionarle unas 50 horas de vuelo al año, mientras que la propiedad de 1/2 puede proporcionarle hasta 400 horas.
Usted no sólo posee una parte del avión, sino que también tiene acceso a una flota de aviones a través de un programa de propiedad fraccionaria de aviones. Proveedores como NetJets y Flexjet ofrecen horas de vuelo garantizadas y se encargan de todo, desde el mantenimiento hasta los salarios de la tripulación.
La propiedad fraccionaria de un avión funciona según un modelo sencillo. Usted firma un contrato de propiedad fraccionaria de un avión, en el que se especifica el tamaño de su participación, el tipo de avión y el número de horas de vuelo que se le asignan cada año. La mayoría de los proveedores de fraccionamiento exigen una inversión mínima y se comprometen a garantizar la disponibilidad del avión.
Esto es lo que suele ocurrir:
La propiedad fraccionada de un jet ofrece varias ventajas, especialmente para quienes viajan en privado entre 50 y 400 horas al año. He aquí por qué muchos se plantean este modelo:
Ser propietario de un jet privado conlleva unos costes significativos, incluida la inversión inicial y el mantenimiento continuo. La propiedad fraccionada le permite disfrutar de viajes en avión privado por una fracción del coste compartiendo gastos con otros propietarios.
Los programas fraccionados prometen disponibilidad compartida de aeronaves. Esto significa que puede acceder a un avión cuando lo necesite, a menudo con tan sólo cuatro horas de antelación. Para los viajeros frecuentes, esto supone una gran ventaja sobre los vuelos chárter.
La mayoría de los programas de jets fraccionados ofrecen acceso a diversos tipos de aviones. Si necesita un jet ligero para viajes cortos o un avión más grande para vuelos más largos, puede cambiar en función de sus necesidades de viaje.
Con la propiedad fraccionaria, se evita la molestia de gestionar el mantenimiento, la contratación de tripulación y los gastos de hangar. El proveedor se encarga de estas tareas, por lo que usted solo tiene que centrarse en volar en privado.
Los costes de propiedad de un avión fraccional son más predecibles que los de otras opciones de aviación privada. Su cuota mensual de mantenimiento y sus tarifas por hora facilitan la elaboración de presupuestos.
Aunque la propiedad fraccionaria ofrece muchas ventajas, no es para todo el mundo. He aquí algunos posibles inconvenientes a tener en cuenta:
Usted comparte el avión con otros propietarios, lo que puede limitar la disponibilidad durante las horas punta. Su capacidad para programar vuelos puede verse afectada si otros ya han reservado el avión.
La propiedad fraccionada conlleva costes fijos, como las cuotas mensuales de gestión, aunque no vuele con frecuencia. Estos costes fijos pueden aumentar si tus necesidades de viaje disminuyen.
El valor de la aeronave se deprecia con el tiempo. Aunque la mayoría de los proveedores de vuelos fraccionados le permiten vender su parte una vez finalizado el contrato, el valor de reventa puede ser inferior a su inversión inicial.
Si vuela menos de 50 horas al año, la propiedad fraccionada puede no ser rentable. Las tarjetas de avión o los vuelos chárter pueden ser más rentables para los viajeros poco frecuentes.
Los acuerdos de propiedad fraccionada suelen durar cinco años o más. Este compromiso puede no convenir a todo el mundo, sobre todo si cambian sus necesidades de viaje.
Merece la pena considerar la propiedad fraccionada de un jet si usted:
Es una gran opción para particulares y empresas de alto poder adquisitivo que necesitan viajes aéreos privados frecuentes y flexibles sin tener que poseer un avión completo.
Vamos a desglosar los costes que puede esperar como propietario fraccional:
Si no está seguro de comprometerse con un programa de propiedad fraccionada, considere estas alternativas:
Las tarjetas Jet proporcionan horas de vuelo prepagadas en una flota de jets privados. Ofrecen flexibilidad sin el compromiso a largo plazo de la propiedad fraccionada. Sin embargo, las tarifas por hora pueden ser más elevadas.
Los vuelos chárter le permiten reservar vuelos según sus necesidades. Esta opción es adecuada para viajeros ocasionales que no necesitan una disponibilidad garantizada.
Ser propietario de un avión privado le da un control total, pero conlleva unos costes iniciales y continuos elevados. Es ideal para quienes vuelan mucho y necesitan acceso a tiempo completo.
La propiedad fraccionada de un avión merece la pena si usted vuela con frecuencia en avión privado y necesita la comodidad de un acceso garantizado sin las responsabilidades de la plena propiedad. Consigue un equilibrio entre ahorro de costes, flexibilidad y comodidad.
Sin embargo, es esencial evaluar sus pautas de viaje, su situación financiera y sus preferencias. Si sus necesidades de viaje son inferiores a 50 horas de vuelo al año, alternativas como las tarjetas de avión o los vuelos chárter pueden ser más prácticas. Para los que vuelan en privado más de 400 horas al año, la propiedad total de la aeronave podría ofrecer una mejor relación calidad-precio.
La propiedad fraccionada de un avión combina las ventajas de los viajes en avión privado con costes y gestión compartidos. Es una excelente opción para los viajeros frecuentes que valoran la comodidad y la previsibilidad, pero no quieren la carga financiera y operativa de poseer una aeronave entera.
Antes de tomar una decisión, evalúe sus necesidades de viaje, compare costes y explore las opciones de propiedad fraccionada. Con el enfoque adecuado, puede hacer que viajar en un jet privado sea a la vez agradable y rentable.