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2 de enero de 2025
La propiedad fraccionada de jets ofrece a empresas y particulares una forma práctica de acceder a jets privados sin la carga financiera que supone la propiedad plena de una aeronave.
Sin embargo, operar una aeronave privada dentro de un programa de propiedad fraccionada conlleva una estricta supervisión por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA). Esta normativa garantiza operaciones seguras y conformes tanto para los propietarios fraccionales como para los pasajeros.
En este blog, exploraremos las normativas clave de la FAA, el papel del gestor del programa y los elevados estándares que deben cumplir los programas de propiedad fraccionaria para ofrecer operaciones de vuelo seguras y eficientes.
La Administración Federal de Aviación (FAA) supervisa todos los aspectos de la aviación civil en Estados Unidos. En lo que respecta a la propiedad fraccionaria de jets, la FAA aplica el 14 CFR Parte 91, Subparte K, que establece normas específicas para los programas de propiedad fraccionaria. Estas normas pretenden equilibrar la seguridad, la flexibilidad y la eficiencia operativa.
La FAA colabora estrechamente con las autoridades de aviación, incluida la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), para mantener las normas mundiales de seguridad aérea y operaciones de vuelo.
La Parte 91, Subparte K, es la sección de la Normativa Federal de Aviación que regula los programas de propiedad fraccionada. Este marco normativo define las responsabilidades de los gestores del programa, los propietarios fraccionales y los miembros de la tripulación para garantizar unas operaciones seguras y eficientes. Estas son las disposiciones clave de la Subparte K:
Un gestor de programa designado es responsable de gestionar las operaciones de vuelo, la certificación de los pilotos y los programas de mantenimiento.
Todas las aeronaves privadas del programa deben cumplir las estrictas normas de certificación de la FAA para garantizar su aeronavegabilidad y el cumplimiento de la normativa federal.
Los programas de jets fraccionados requieren una formación continua de los pilotos para mantener la competencia. Los pilotos deben estar en posesión de las certificaciones necesarias, incluidas las cualificaciones para tipos de avión específicos y mínimos de aterrizaje.
La FAA exige sólidos procedimientos de emergencia, incluida la planificación de aeropuertos alternativos y comprobaciones de seguridad previas al vuelo. Los programas de propiedad fraccionaria también deben cumplir las especificaciones de gestión para el control operativo.
Los programas deben tener en cuenta las emisiones de carbono de sus operaciones y aplicar medidas para minimizar su huella medioambiental.
La FAA establece normas estrictas para los programas de propiedad fraccionaria con el fin de garantizar la seguridad de las operaciones. El cumplimiento implica una supervisión rigurosa de todas las actividades de aviación, desde la planificación de los vuelos hasta el mantenimiento de las aeronaves.
Los programas fraccionados siguen unas normas de vuelo detalladas, entre las que se incluyen:
La FAA subraya la importancia de la formación de las tripulaciones para garantizar que los pilotos y las tripulaciones de vuelo estén equipados para manejar los procedimientos de emergencia y otros desafíos durante el vuelo. La formación incluye:
Las aeronaves privadas en programas de propiedad fraccionada deben someterse a un mantenimiento periódico para cumplir las normas de seguridad de la FAA. El mantenimiento cubre:
El director del programa supervisa todos los aspectos de las operaciones de vuelo, incluida la asignación de tripulaciones, la programación de vuelos y el cumplimiento de la normativa federal de aviación. Este control centralizado garantiza que los vuelos del programa se realicen de forma segura y eficiente.
La propiedad fraccionaria de un avión se compara a menudo con el chárter de aviones privados y con la propiedad total de un avión. La normativa de la FAA difiere entre estos modelos:
Los propietarios fraccionarios comparten los costes operativos de un jet privado, incluidos el mantenimiento, los honorarios de los pilotos y las reservas de motores.
El gestor del programa se encarga del cumplimiento de la normativa de la FAA, lo que facilita a los propietarios de fraccionamientos el acceso a los jets privados.
Los operadores de vuelos chárter deben poseer un certificado de compañía aérea y cumplir protocolos de seguridad más estrictos. Aunque los vuelos chárter son ideales para vuelos ocasionales en jets privados, carecen de las ventajas de reparto de costes de la propiedad fraccionada.
La plena propiedad ofrece un control total sobre los horarios de vuelo y el mantenimiento de la aeronave, pero conlleva mayores costes y responsabilidades normativas.
Las normas de la FAA para los propietarios únicos son similares a las de la propiedad fraccionaria, pero la carga financiera es mucho mayor.
El cumplimiento de la normativa de la FAA es esencial para que los propietarios de fraccionamientos disfruten de las ventajas de la aviación privada sin comprometer la seguridad. He aquí por qué son importantes estas normas:
La normativa de la FAA da prioridad a la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Desde los procedimientos de emergencia hasta las certificaciones de los pilotos, estas normas garantizan que todos los vuelos cumplan los más altos estándares de seguridad aérea.
El cumplimiento de las normas de la FAA permite a los programas fraccionados ofrecer vuelos en jets privados seguros, fiables y eficientes. Una planificación adecuada reduce los retrasos y garantiza la fluidez de las operaciones.
El énfasis de la FAA en la reducción del impacto medioambiental de la aviación garantiza que los programas fraccionados funcionen de forma sostenible. Medidas como el uso eficiente del combustible y la reducción de las emisiones de carbono reflejan este compromiso.
Los programas de propiedad fraccionada cumplen la normativa de la FAA al tiempo que ofrecen flexibilidad. Los propietarios pueden disfrutar de acceso a jets privados según sus condiciones, con un servicio personalizado y unas cargas administrativas mínimas.
La participación de la FAA en los programas de propiedad fraccionaria garantiza que:
Estas medidas proporcionan tranquilidad a los propietarios de fraccionamientos, al saber que sus vuelos en jets privados cumplen las normas federales e internacionales de seguridad aérea.
La FAA desempeña un papel crucial en la regulación de los programas de propiedad fraccionaria, garantizando que todos los vuelos se realicen de forma segura y eficiente. Al establecer normas claras para las operaciones de vuelo, la formación de la tripulación y el mantenimiento, la FAA ayuda a los propietarios de vuelos fraccionados a disfrutar de las ventajas de la aviación privada sin comprometer la seguridad.
Tanto si está considerando unirse a un programa de propiedad fraccionaria como si ya es propietario fraccionario, conocer la normativa de la FAA le da confianza en la seguridad y el cumplimiento de sus vuelos. Con la supervisión de la FAA, la propiedad fraccionaria sigue siendo una opción fiable y cómoda para acceder a un avión privado.